Camping Village Tuscia Tirrenica - ITINERARIOS
PASEAR POR LOS PUEBLOS
Son pequeños centros rodeados de murallas fortificadas que contienen tradiciones, arte y viejas casas, donde solo flotan eventos históricos y antiguas leyendas. Un aire simple, caras bondadosas y la buena mesa y la fascinación que provocan unos lugares que el tiempo no ha sabido cambiar.
DURACIÓN ACONSEJADA
5 días – 4 noches
PROGRAMA
Tarquinia
Empezamos a explorar juntos este pequeño centro de la Tuscia Viterbese, conocido en todo el mundo por los increíbles testimonios que dejaron los etruscos, motivo por el que fue nombrada ciudad de la UNESCO. En el corazón de su centro histórico se encuentra el palacio Vitelleschi, un antiguo edificio de época renacentista, que alberga el Museo Nacional Arqueológico Tarquiniense. Realizando un auténtico viaje en el tiempo, conoceremos la civilización etrusca, partiendo de los principales testimonios villanovianos, hasta su gradual fusión con el Imperio Romano. No os perdáis la visita a la necrópolis de los Monterozzi, donde podréis admirar momentos de su vida y sus creencias religiosas reproducidos en los murales de las tumbas hipogeas. Si no os sentís demasiado cansados, regalaos un paseo por las calles de su sugerente centro histórico, donde unas imponentes y antiguos muros rodean antiguos edificios e iglesias, mientras unas esbeltas torres se erigen entre los palacios renacentistas.
Pitigliano - Sovana
La visita de los pueblos de la toba lleva todo un día: Pitigliano y Sovana. Empezando en Pitigliano, paseando por sus estrechos callejones y arcos se llega a la catedral del siglo XVIII de los santos Pedro y Pablo, y después al acueducto mediceo, que fue construido por los Orsini en 1545 para canalizar las aguas de los torrentes próximos al centro habitado. El recorrido termina en la Rocca Aldobrandesca, que en su origen era un antiguo convento, que después se convirtió en el palacio Orsini. Visitad el antiguo barrio judío conocido como la pequeña Jerusalén. Proseguid hacia Sovana, que acoge al visitante desde lo alto de una protuberancia de roca calcárea, que domina el territorio en el que se encuentran importantes restos arqueológicos de la época etrusca. Durante el agradable paseo descubriréis los antiguos palacios que cuentan la historia de la antigua «Suana»: Palacio Bourbon del Monte (siglo XIII), la iglesia de Santa Maria Maggiore (siglos XII – XIII), el palacio del Archivio, placio Pretorio y la catedral.
Viterbo - Tuscania
Viajad hoy a Viterbo, capital de provincia cuyo centro histórico es un admirable ejemplo de arquitectura medieval. Entrad en las calles del centro, donde entre palacios aristocráticos, elegantes fuentes de peperino, iglesias y claustros llegaréis al característico barrio medieval de san Pelegrino. Echad un vistazo al exterior del palacio municipal, el palacio del alcalde, el palacio Farnese, la catedral de san Lorenzo y la homónima plaza, el palacio y la logia de los papas. Si os apasiona la arqueología, dedicad una visita al Museo Albornoz, rico de restos arqueológicos de la época etrusca, como las acroteras, los detalles arquitectónicos que decoraban los frontones de las casas de Acquarossa. En el viaje de regreso, paraos en Tuscania, una ciudad de origen etrusco, que, con la cercana Tarquinia, desempeñó un papel hegemónico en el área etrusca meridional. Su territorio se extiende por siete colinas, igual que Roma, hasta alcanzar el punto extremo, donde se erige la iglesia de San Pietro, un maravilloso ejemplo de románico lombardo, y la iglesia de Santa Maria Maggiore. Se supone que la construyeron los maestros de Como en el siglo VIII, marcando de esta forma un punto de paso de las formas paleocristianas a las románicas. Su centro histórico, que fue reconstruido tras un violento terremoto, ha sufrido grandes cambios respecto a su imagen originaria, pero aun así ha conservado numerosos testimonios, como las grandes murallas perimetrales. Sugerente el área de la Torre di Lavello, donde el tiempo parece haberse parado.
Vitorchiano – San Martino al Cimino
Hoy os aconsejamos vayáis tierra adentro, al pequeño pueblo de Vitorchiano, municipio de la Tuscia Viterbese, situado a los pies de los montes Cimini. El pequeño pueblo se presenta delimitado al sur por las murallas fortificadas de peperino, una conocida piedra de color gris claro con la que se realizaron numerosos monumentos. Pasead por los callejones donde se encuentran los principales edificios del agradable pueblo donde se pueden notar las características escaleras exteriores que conducen a una especie de balcón y que constituyen la entrada de la casa. Digna de mención es la fuente del Fuso del siglo XIII, atribuida probablemente a los maestros Comacini, la antigua iglesia de San Giovanni Battista (del siglo XVI) y la fuente pública, realizada entre los siglos XVII-XVIII. No os perdáis la gigantesca escultura de Moai, similar a las de Rapa Nui, que se encuentran en la isla de Pascua, y que fue realizada para recordar el uso del peperino en el mundo. No lejos de allí se encuentra S. Martino al Cimino, un pequeño centro de la Tuscia Viterbese que se erige en el camino de la vía Francigena, que fue utilizado por los peregrinos que iban a Roma procedentes de Francia. De hecho, la abadía de san Martino fue edificada por los monjes cistercienses de Pontigny. Digno de atención es el suntuoso palacio Doria Pamphili, cuya construcción fue ordenada por Donna Olimpia, viuda del hermano del papa Innocenzo X Pamphili, la iglesia de San Giorgio, de estilo románico, la iglesia de san Eutizio, que conserva en su interior un aceitero de mármol atribuible a Andrea Bregno
Sutri - Calcata
Hoy os proponemos dos pueblos encantadores: Sutri, encajada en la toba, al punto de que se confunde con la roca y Calcata,un pequeño pueblo del valle del Treja. Desde la época etrusca Sutri siempre ha tenido una importancia estratégica, tanto para impedir la expansión romana en el territorio etrusco como para el tránsito comercial y de peregrinos que iba o volvía de Roma. Caminando por los callejones de su centro histórico, se tiene la impresión de haber sido catapultado al pasado. Entre los edificios religiosos más importantes destaca la iglesia de santa Maria Assunta del siglo XII, la iglesia de san Francesco fundada por el propio santo de Asís en 1222, la de san Silvestro de estilo románico y la de san Sebastiano, edificada antes del siglo XIII. Pasead por su parque arqueológico, donde se encuentra la necrópolis etrusca, el Mitreo, el anfiteatro, símbolo de la ciudad, y Villa Savorelli. Por la tarde id a Calcata. Una única puerta introduce en el centro habitado, donde unas sencillas casas de piedra, construidas o excavadas en la toba, delimitan los callejones, donde se encuentran los talleres artesanos. En la plaza principal se erigen la iglesia de Gesù y el palacio Baronale del siglo XIII. Calcata es un centro muy amado por los jóvenes y por algunos artistas de varias nacionalidades, que han decidido instalarse aquí, transformándola en una especie de taller. El paisaje circunstante, donde se pueden ver restos de edificios medievales, es muy sugerente.
Civita di Bagnoregio - Orvieto
Con una punta de romanticismo os aconsejamos ir a Civita di Bagnoregio, conocida como «la ciudad que muere» por estar situada encima de un promontorio de roca calcárea en descomposición. Como una isla de melancólica belleza, está inmersa en el sugerente paisaje de los surcos, unas crestas de arcilla modeladas por los agentes atmosféricos y por el tiempo. A través de la puerta de Santa Maria, se llega a una pequeña plaza rodeada de palacios señoriales y de pequeñas casas y, más allá, se encuentra la de san Donato y a la antigua catedral, consagrada al homónimo santo. Saliendo del Lazio, os sugerimos que vayáis a Orvieto, una ciudad conocida en todo el mundo por su bellísima catedral, una celebración de las artes de origen etrusco. La ciudad desempeñó un papel central en el amplio territorio etrusco, debido, probablemente, a la presencia del «Fanum Voltumnae», un santuario federal donde se reunían las ciudades soberanas en asambleas periódicas. Pasead por su centro histórico, donde aún se pueden apreciar las huellas medievales en la belleza de sus iglesias y en sus estrechos callejones. Encontraréis la iglesia de san Francesco y el monasterio de san Bernardino. Luego, caminando por la calle de la catedral, llegaréis a la torre del Moro, el palacio de los Sette, y luego a la plaza del Popolo, donde se encuentra el palacio homónimo, antigua residencia del capitán del pueblo. Si os desplazáis hacia la parte occidental de la ciudad, encontraréis el palacio municipal y, a su lado, la torre dodecagonal de origen medieval y la iglesia de Sant’Andrea. No hay que perderse la visita al pozo de san Patrizio.