Camping Village Tuscia Tirrenica - ITINERARIOS
PAISAJES DE LA TUSCIA
El camino es un tipo de viaje donde se tiene el tiempo justo para observar, para entrar en contacto con la tierra, seguir su energía y sus aromas. En esta sección os proponemos varias sugerencias para descubrir ciertos rincones de nuestro territorio siguiendo unos recorridos que se pueden afrontar en función del grado de preparación, dividiéndolos por etapas.
DURACIÓN ACONSEJADA:
5 días – 4 noches
PROGRAMA
Bolsena - Montefiascone
El camino prevé recorrer un tramo de la vía Francigena, que, desde Bolsena, lleva a Montefiascone. Durante el Renacimiento estaba considerado como la joya del estado pontificio y los papas solían pasar allí sus vacaciones. La vía Francigena delinea el lado oriental del lago, de manera que los peregrinos de todas las épocas acudían a refrescarse en sus aguas, a lo largo del trayecto que los llevaba a Roma. Saliendo de Porta Romana, recorriendo un camino sin dificultades, llegamos al parque de Turona, cuyo topónimo deriva de “Turan”, la divinidad etrusca de la fertilidad, la vitalidad y el amor, que vivía en la selva. A lo largo del camino se divisa un mosaico de pequeñas propiedades, cultivadas con esmero, visibles entre hileras de viñedos, que, en algunos puntos, limitan la vista del lago y lo detienen entre los ramos de los olivos. Lo que es cierto es la conciencia de recorrer las huellas de viandantes de todas las épocas, que, a lo largo de estos restos de calzada romana nos conducen a Montefiascone.
Montefiascone
Id a Montefiascone, una ciudad que se encuentra en la cima del cráter Volsino, entre el lago de Bolsena y la carretera nacional Cassia, a 640 m di altura. Para acceder al centro histórico atravesad la puerta Aldrovandi, del siglo XVIII, y descubrid los exteriores del palacio municipal, dominado por un robusto campanario, el palacio Renzi, el pozo de Urbano V y la catedral de Santa Margherita. No muy lejos se encuentra la ciudad de san Flaviano, una de las más bonitas construcciones románicas de la Tuscia Viterbese. Así pues, emprended el camino a lo largo de un maravilloso tramo de la vía Francigena que recorre parte de la antigua calzada de la vía Cassia, y desde donde se pueden contemplar unas vistas fantásticas de Montefiascone y Viterbo. Si queréis mimaros un poco, visitad las termas del Bagnaccio, que en el pasado frecuentaban los peregrinos que transitaban por la vía Francigena.
Marta - Tarquinia
Nuestro camino prevé la llegada a Marta, un centro turístico del lago de Bolsena, apreciado porque conjuga la belleza del paisaje con las comodidades de una pequeña ciudad, conservando al mismo tiempo una realidad a medida del hombre. Su centro histórico, un pequeño pueblo de origen medieval, se presenta como un laberinto de callejones que se entrecruzan alrededor de la torre octagonal, que, según se dice, fue construida con los restos de la antigua Bisenzio. Un paisaje sugerente caracterizado por olivos y viñedos protegidos por las suaves laderas de las colinas.
Tuscania
Salida de Tuscania, una ciudad de origen etrusco, que, con la cercana Tarquinia, desempeñó un papel hegemónico en el área etrusca meridional. Su territorio se extiende por siete colinas, igual que Roma, hasta alcanzar el punto extremo, donde se erige la iglesia de San Pietro, un maravilloso ejemplo de románico lombardo. Se supone que la construyeron los maestros de Como en el siglo VIII, marcando de esta forma un punto de paso de las formas paleocristianas a las románicas. Proseguid visitando la espléndida iglesia de Santa Maria Maggiore. Su centro histórico, que fue reconstruido tras un violento terremoto, ha sufrido grandes cambios respecto a su imagen originaria, pero aun así ha conservado numerosos testimonios, como las grandes murallas perimetrales. Sugerente el área de la Torre di Lavello, donde el tiempo parece haberse parado. En los alrededores de la ciudad, las necrópolis etruscas y las ruinas de castillos medievales le atribuyen un aura de misterio, donde la naturaleza y la arqueología se funden con los colores del campo.
Vico Matrino – Capranica – Sutri
Salida a primera hora de la mañana para ir al punto panorámico del monte Fogliano, uno de los relieves más altos de la Tuscia de Viterbo, con sus 965 metros sobre el nivel del mar, desde el que se puede contemplar una vista espléndida del lago de Vico. El recorrido se extiende entre altos robles hasta llegar a las torres de Orlando, llamadas así por las misteriosas ruinas ciclópicas que fueron objeto de las leyendas populares del famoso paladino. Proseguid hacia Capranica, donde inicia un sugerente tramo de la vía Francigena. Dedicad un poco de tiempo a visitar su centro histórico, donde la historia se cuenta a lo largo de las calles y fachadas de los antiguos palacios. Desde aquí emprended un camino de una belleza sorprendente entre senderos ocultos, cañones, arroyos, puentes y cascadas hasta llegar a Sutri. Una leyenda narra el origen del nombre de la ciudad, que fue fundada por el primer rey de la península itálica, el dios Saturno, padre de todos los dioses. De su nombre, que los etruscos pronunciaban “Sutrinas”, deriva el de la ciudad. Paseo por el parque arqueológico, en cuyo interior se encuentran la necrópolis etrusca, el Mitreo, del siglo I d.C, el anfiteatro, símbolo de la ciudad, y Villa Savorelli. Digno de especial atención es el Mitreo, del siglo I d.C. En las inmediaciones de la necrópolis hay un pasaje etrusco donde la naturaleza aún logra revelar la mágica sacralidad.
Bomarzo
Visitad el bosque del Tacchiolo en las inmediaciones de Bomarzo. Aquí se rodaron las escenas de la película de Pier Paolo Pasolini “El evangelio según san Mateo”. Un antiguo camino, de posible origen etrusco, lleva a la necrópolis de Santa Cecilia. Durante el trayecto llegaréis a la zona de los molinos, que, como fantasmas de piedra, esperan a los visitantes cubiertos de musgo. El lugar prestó su carácter fascinante para las tomas de la película “La armada Brancaleone” dei Monicelli y “Espartaco” de Kubric. Sorprende la pirámide etrusca, un enorme macizo rocoso que recuerda a las antiguas pirámides mayas. Su origen, atribuido a la época etrusca, es misterioso, mientras que su función fue sin duda sagrada.
Barbarano Romano
El itinerario empieza en Barbarano Romano, dedicando un breve espacio para visitar su centro histórico. Recorriendo la calle V. Emanuele se descubre el encanto de este pequeño pueblo medieval rodeado solo en parte por un triple orden murario. La presencia de torres, pórticos y casas de toba contribuyen a dar la impresión de estar en una época remota. Tras dejar el pueblo, dirigíos al parque Marturanum, que, con su extensión territorial de 1240 hectáreas, reúne preciosos testimonios de la antigua civilización etrusca, que se pueden contemplar en la necrópolis de San Giuliano. Caminando a través de un pasaje etrusco, llegaréis a la tumba Cima y veréis otros restos sepulcrales en las inmediaciones. A lo largo del Fosso Biedano se pueden ver antiguos molinos y restos de acueductos.
Norchia - Blera
Salida hacia Norchia, una de las necrópolis rupestres más sugerentes. Sus tumbas, de estructura arquitectónica en forma de dado y semidado, están incorporadas a una pared de toba roja, oculta en algunas partes por una naturaleza que ha reconquistado sus espacios. Entre las más conocidas: la tumba Ciarlanti, la tumba Smurinas, la tumba Prostila y la tumba Caronte. Su pasado no solo fue etrusco, la presencia de un centro habitado en época medieval, que atestiguan los restos del pueblo, del castillo de la familia Di Vico y de la iglesia de San Pietro, confirman claramente el uso en épocas más recientes. No os perdáis, en las inmediaciones del centro habitado de Blera, la Cava Buia, un magnífico ejemplo de pasaje etrusco.
Grotte di Castro – Valentano
Salida de las cuevas de Castro, recorriendo un camino frecuentado en el pasado por los bandoleros. En el archivo histórico de Farnese hay numerosas referencias al fenómeno del bandidaje, una auténtica plaga de la Maremma, debido a la condición de indigencia en la que vivían sus habitantes y en parte a las políticas, que en ocasiones eran vejatorias. A lo largo de este recorrido donde se divisan precipicios, cañones y cuevas, con una vegetación dura y salvaje, tendréis la impresión de sentir la presencia de estos huraños personajes, con sus musleras de piel, el pelo suelto y la temible trompeta.
Los Romitori en el río Fiora
Paseo por la espontánea y envolvente naturaleza que sigue el curso del río Fiora, en un paisaje melancólico, integrado por cañones y helechos, donde las frondas de los árboles ocultan los senderos. En el silencio llegaremos a la iglesia rupestre de Poggio Conte, donde los monjes de la época medieval eligieron vivir una vida pura y ascética.